¿Por qué decidiste convertirte en médico veterinario?

“Elegí ser médico veterinario porque desde pequeño sentí una profunda conexión con los animales. Son seres que no pueden pedir ayuda con palabras, y me frustraba no saber cómo aliviarlos cuando sufrían. Crecí rodeado de muchas especies, y cada vez que alguno enfermaba, solo podía soportar en silencio. Esa impotencia despertó en mí el deseo de dedicar mi vida a cuidarlos.

Además, mi mayor inspiración fue mi padre, quien siempre me enseñó a ser solidario y empático, más allá de cualquier interés económico. Gracias a él comprendí que la verdadera vocación está en servir con amor y compromiso, y eso es lo que me motiva cada día en esta profesión.”